viernes, 25 de marzo de 2011

PEQUEÑOS DESASTRES.

Tengo un derecho, pero no lo puedo ejercer.



Esa frase podría ser el titular de millones de historias en nuestro planeta, historias de mujeres sin derecho a la libertad personal, historias de ciudadanos sin derecho a la identidad o nacionalidad, historias de ciudadanos que se ven obligados a abandonar su estado, historias de censura, de discriminación, muchas, muchas, historias de personas que no tienen acceso a un trabajo, historias, miles de historias…….

Ocurren estas historias también en el seno de sociedades “civilizadas” e incluso “democratizadas”, ocurren en sociedades lejanas y por eso a veces no les prestamos la suficiente atención (idiotas/imbéciles), a veces ocurre aquí, en nuestra casa, en nuestra querida españaestaespañamíaestaespañanuestra.

Todo esto me viene a la cabeza porque tengo una tendencia enfermiza a magnificarlo todo, y hoy me he sentido victima una vez más del sistema.

El hecho es que existen hoy por hoy demasiadas causas que intervienen en la vida de la persona que impiden la realización de esta como tal, que impiden el cumplimiento de los derechos fundamentales, sean del tipo que sea (civil, político, cultural, etc.)

En fin, que estoy dándole vueltas y vueltas al articulado de la declaración universal de los derechos humanos (no os asustéis, ya digo que estoy magnificando, para luego bajar a la realidad) y de su mano, me acerco a nuestra constitución, la de la españacamisablancademiesperanza, y, voila! Todo está en orden. Venga os lo transcribo ya:



“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos”




Os preguntareis que a que viene tanto rebote social instantáneo……
Ok, ok, no es para tanto, pareciera que estaba en un pelotón de fusilamiento,…

Pero es que ya me explicará alguien como se puede ejercer ese derecho, sin vender tu cuerpo en los baños, aprovechando la pausa del café de tus compañeros de trabajo….porque, ¿sabéis de los actuales precios de una vivienda “digna”?

Y estoy hablando, inmerso en lo que ha dado a llamarse la burbuja inmobiliaria, que viene a significar, así entre nosotros, que tenemos muchísimas viviendas construidas, y que no sabemos qué hacer con ellas, que los precios han superado en el 200% el precio real de la vivienda, y aun así, con mensajes ministeriales incluidos animando a la compra de vivienda porque es el momento (que momento? Con los cálculos que realizo con los extras del baño sigo sin llegar!!), yo no tengo ni idea de cómo conseguir doblar la nomina para acceder a la ansiada vivienda.

Y el articulito además ordena a nuestros gerifaltes a luchar contra la especulación…..curioso, me suena que son ellos los que la promueven, tal vez no entendieron el articulado.

Bueno, pues salvando la ya clara distancia de mi nómina con los precios de las “viviendas dignas” libres, no creo que sea necesario explicaros lo que ocurre si, como es evidente, terminas pidiendo ayuda a los bancos. Eso se llama hipotecarse, que consiste en conseguir lo que no puedes bajo ningún criterio pagar, a un coste mucho mayor, pero eso si, fraccionado (vaselina chicos) .

Bueno, puede ser una opción, pero claro, quien os ha dicho que va a ser fácil? No creáis que cualquiera puede tener una hipoteca/puede tener una vivienda/puede ejercitar un derecho constitucional.

Hay requisitos: situación financiera, ingresos mensuales, situación familiar, y lo mejor de todo, la edad.

Pues nada, fácil, tengo trabajo, no tengo cargas familiares, y la edad, pues eso soy adulto, eso da algo de confianza……NO! No hombre no, que si llegas pronto a la jubilación ya no puedes pagar, (pero yo contaba con la pensión...) O sea que de fácil nada, los intereses que te cargan estos señores por jugar al monopoly con ellos repartidos en los años que te quedan para jubilarte (morirte socialmente?) son sencillamente para pensar en hacer en los baños el triple salto mortal y darte con el lavabo en la cabeza y dejar de pensar. (del Euribor en el futuro no hablemos).



Y digo yo, que encima, me apremian porque todas, digo todas las viviendas que he visto “si no se decide ya, tengo otro comprador” Cojones, crisis? Wat crisis? Que la gente se da ostias por esos precios? Pues entonces no se yo como voy a lanzar una llamada a la insumisión.



En fin, aun a pesar de tanto lamento, yo todavía podré alquilar algún rinconcito, hayunhombreenespañaquelohacetodo, y no pensaré que tenemos los alquileres más exagerados de toda la comunidad europea, para que pensar, me lobotomiza por favor?





Yo todavía podre, pero sin trabajo, sin vivienda, muchos españoles no podrán garantizar su mantenimiento ni el de su familia, no podrán garantizar la educación de sus hijos, que no aprenderán a razonar y serán explotados, y en fin, que nadie puede garantizar así el mantenimiento de una democracia.

                                     VAMONOS PA LA CASA

Ains, como lo magnifico todo………

2 comentarios:

  1. Y la impotencia de sentir que el sistema se ha contaminado y podrido de tal manera que rebotarse solo sirve para ir dando tumbos en las paredes de la indiferencia. Joder, qué metafórico me ha salido!!
    Pero nada, Manuel, si se ponen bordes habrá que inventarnos un plan para escapar hacia adelante.

    Ya verán, ya...

    Un abrazo

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  2. JuanRa:

    entonces: ADELANTE!!!!!!!!
    ...voy a necesitar tu antorcha, para iluminar, que no para incendiar....

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