sábado, 19 de marzo de 2011

IDIOTEZ # 3

Esto de hacer paquetes para el TRAS, me hace pensar en autenticas idioteces, y claro, lo mejor es sumarlas a este catálogo de las mismas. Pienso en idioteces, y entones se me va la pinza pensando en que, si piensas idioteces, es porque eres idiota (algo así decía Forrest Gump)…..y ,sin darme cuenta, me encuentro metido en una reflexión de lo más idiota sobre la idiotez, y de la imagen de Forrest, (que por cierto, nos dejó claro que él no era tonto, lo que no sé es si compra en Media Marck), por enlaces cinematográficos, me traslado entre que embalo copa de vino, vaso de agua, me traslado digo, a la muy recomendable película de Lars Von Trier, LOS IDIOTAS....




Bueno…..tampoco soy ese tipo de idiota.



Si alguien que me conociera estuviera leyendo esto, cosa bastante improbable, se estaría ya temiendo que mi próxima referencia sería al príncipe idiota de Dostoyevski, pero no, tampoco soy ese tipo de idiota (aunque bueno, igual algo hay, en lo inmaduro de Miskhin) aunque…….ya lo he hecho, ahí queda la referencia



“Dicen que existen tantas oficinas de gobierno, tanto burócratas, que sólo el pensarlo marea. Todo el mundo ha sido, es o será funcionario del Estado.”



….Pues no parecen tan idiotas los idotas…….o va a ser que no sabemos muy bien lo que es ser idiota…..o que la idiotez es un concepto inventado para dar nombre a una enfermedad a la que no supimos nombrar…..



Al parecer, en el Medioevo se llamaba idiotas a aquellos que no creían en Dios. Prueba uno, soy idiota.

Si rebobinamos un poco más, hasta llegar al imperio romano, nos encontramos con que un idiota es, sencillamente un ignorante, (ummmmmmm), y hombre, no soy un lumbreras, pero no seré yo quién me llame a mi mismo idiota en esta acepción.

Los griegos, parece ser que la usaban para designar a aquellas personas que se ocupaban solamente de sus asuntos personales frente a los que participaban de los asuntos públicos o sociales. Pues vaya, en este sentido creo que vivo en un país de idiotas, o idiotizados, de los que formo parte de alguna manera.



¿Y que pasa con esos personajes que participan de la vida social, pero preocupándose solamente de sus asuntos personales? Esto debe de tener algún nombre, pero yo lo llamaré idiotez aguda. No voy a dar referencias de estos idiotas, seguro que todos estamos pensando en unos cuantos….





Lo que pasa es que estos idiotas sobreviven alimentándose de la falta de firmeza, de sensatez, que manifiestan debilidad o flaqueza,de otro grupo de personas que necesitan o creen necesitar ayuda para poder caminar, esto es, los imbéciles. Pues vaya, en este sentido creo que vivo en un país de imbéciles de los que formo parte de alguna manera.





(…..y una noche más creyendo ser el capitán ahab….)





Así las cosas, llego a la conclusión de que aunque piense idioteces, no soy idiota, no. Es peor, soy idiota y soy imbecil, aunque no parece que sufra idiotez aguda, y espero no sufrir tampoco imbecilidad suma (os dejo la tarea de definir este concepto nuevo).

Por lo tanto podría decir ya, que lo que soy, junto a la gran mayoría de mis conciudadanos es idiotimbecil.

Que nadie piense que me estoy flagelando, porque no comparto con las acepciones más modernas la consideración de que idiota o imbecil sean insultos. Podría hacer una lista de palabras que por un motivo u otro, nuestra sociedad califica de insultos, cuando en realidad no son más que adjetivos que solo deberían ofender a quien los utilizará con esa intención (a mi amigo el diablo seguro que se le ocurren muchas de estas palabras).

No, no son un insulto, a lo sumo un estado de incapacidad mental, que apuesto es transitoria, porque nada dura toda la vida, y por cierto, esto deberían tenerlo muy en cuenta los idiotas agudos y los imbeciles sumos.



(Nacho sigue cantando: “no hay droga capaz de acabar con esta obsesión….)



Y todo esto, porque no me quedan cajas donde meter mas trastos….

Y a todo esto, recuerdo a Cristy informándome de que las tropas aliadas planean bombardear Libia….

Un bip-bip me rescata de esta obsesión. La lavadora ha acabado con su maravillosa misión.



1 comentario:

  1. Pero cómo un traslado puede idiotizar tanto a algunos... jius , jius.
    En tu defensa diré, no obstante, que tu cabeza parece tener muy bien colocados los trastos dentro, aunque alguno pudo haber quedado fuera por falta de espacio y eso ha resultado fatal (incorpórese aquí nueva risa socarrona)

    Me gustaría pensar que muchos de esos idiotas agudos e imbéciles sumos que tú dices lleguen a ser conscientes, por esa posible transitoriedad de su estado, del alcance de sus idioteces y que no fuera demasiado tarde para enmendarlas.

    Pero no me apetece ponerme serio. En la vida no está del todo mal lo de hacer un poco el idiota (sin llegar a serlo del todo)

    Un saludo en un tris tras

    ResponderEliminar